31 de agosto de 2014

Eso que llaman hogar.

Quisiera uno,como un niño desea con ganas un juguete nuevo por navidad.
Pequeño,cálido,con un bonito jardín de rosas,tulipanes y margaritas que mantener y un bosque unos metros mas allá que siempre invite a adentrarse en él.
Lejos de la gente,de sus tóxicas palabras y de sus ideales predeterminados implantados por las modas,en el verde campo,en mi hogar.
Un hogar con mañanas soñolientas llenas de café y azúcar,donde siempre haya dos tazas humeantes en la mesa en los días de lluvia,donde canten los grillos de noche.

Un hogar con mi propio estudio,lleno de dibujos y lienzos que se mezclan entre pinceles y botes de pintura que forman un bonito y colorido caos,con estanterías de por medio a rebosar de libros,unos encimas de otros y apilados encima del escritorio,donde dormitar con una taza de té a la hora de la siesta. 
Con un gato peludo y de maullido feo durmiendo sobre la mesa y paseando por los tejados.
Pero sobretodo,un hogar contigo,con sonoros besos de buenos días y dulces caricias de madrugada.Con largas tardes en el jardín,hablando de la vida,del pasado,del por venir.
Con tardes de amor en los rincones de la casa,donde poder mirarte desde el sofá mientras lees,donde salir a bailar y a cenar juntos.
Donde construir los pilares de una vida y edificar un verdadero hogar con los años.

Los sueños,sueños son.

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